Miércoles, 25 enero
Buenos días, Cristo Reina, nos preparamos para iniciar la oración de la mañana.
Comenzamos la oración: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1. INTRODUCCIÓN
Cerramos los ojos y escuchamos con atención la música. Nos vamos acomodando en nuestro sitio y vamos respirando profundamente.
Vamos, poco a poco, conectando con nuestro interior porque solo ahí podemos encontrarnos con Dios. Él nos espera pacientemente y siempre está tendiéndonos su mano para ayudarnos en nuestro caminar diario.
Hoy nos trae un mensaje muy importante. Escuchamos con atención la siguiente historia que nos ayudará a descubrirlo.
2. GOTITAS DE AMOR
Un gran incendio se desató en un bosque. Las llamas alcanzaban grandes alturas. Una pequeña ave fue al río, mojó sus alas y regresó sobre el gran incendio agitándolas con la intención de apagar el fuego. Incesantemente iba y venía con sus alas cargadas de agua. Los otros animales observaban sorprendidos la actitud de la pequeña ave y le preguntaron:
- Oye, ¿por qué estás haciendo eso? ¿Cómo es posible? ¿Cómo crees que con esas gotitas de agua puedes apagar un incendio de tales dimensiones? ¡Jamás lo podrás lograr!
La pequeña ave con una gran ternura respondió:
“El bosque me ha dado todo, tengo un inmenso amor por él. Yo nací en este bosque que me ha enseñado el valor que tiene la naturaleza. Este bosque me ha dado todo lo que soy y tengo. Este bosque es mi origen y mi hogar, por eso y aunque no lo pueda apagar, si es necesario voy a dejar mi vida lanzando gotitas de agua, llenas de amor.”
Los otros animales entendieron el mensaje y entre todos le ayudaron a apagar el incendio.
3. REFLEXIÓN
La pequeña ave de la historia es un ejemplo de esfuerzo, constancia y amor hacia su hogar. Lucha incansablemente para que el bosque siga siendo un lugar de paz y anima a los demás para que la ayuden.
Jesús era una persona de paz, que, a pesar de que vivió dificultades con personas que querían ser enemigos, supo mantener una actitud pacífica: sin enfrentarse físicamente, sin violencia, sólo con buenas palabras, con la verdad por delante, defendiendo a los más necesitados y no poniéndose al lado de los poderosos.
Jesús, como recoge el evangelio de San Juan (14, 26), nos dice:
“La paz o dejo, mi paz os doy; no os la doy yo como la da el mundo. Que no se turbe vuestro corazón ni se acobarde”.
Con estas palabras nos pide que le ayudemos a seguir dando paz, pero no como lo hacen muchos poderosos en nuestro mundo que se enfrentan y generan guerras. Él nos deja su paz para que nosotros la llevemos a nuestro mundo herido. Y nos pide que no tengamos miedo por luchar por la paz.
Debemos, por tanto, confiar en Dios, seguir su ejemplo, porque así igual que los animales consiguieron apagar el incendio con cada gotita de agua, poniendo cada uno un poquito de su parte, nosotros con cada acción que con amor y entusiasmo realicemos, podremos conseguir la paz.
La próxima semana celebraremos el Día de la Paz, pero recordad que no debe ser algo momentáneo, pongamos todo nuestro empeño cada día por construir un Mundo de Paz.
La paz tiene que nacer EN TI para poder llevarla a TODOS.
4. ORACIÓN POR LA PAZ
Jesús, ayúdame a vivir en paz con los que me rodean.
Que busque la paz en mi familia,
Que busque la paz en mi grupo de amigos,
que busque la paz en todos los lugares donde me encuentre.
¡Que sea así, Señor!
Vamos a rezar juntos el PADRENUESTRO recordando lo importante que es que cada uno aportemos nuestra pequeña gotita para conseguir un mundo en paz.
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Cristo vence, Cristo Reina, Cristo impera, Cristo luz infinita alumbra nuestra inteligencia.
En el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu Santo. Amén.