Martes, 19 noviembre
Buenos días, CRISTO REINA, nos preparamos para la oración.
Respira hondo, deja que llegue el aire a tus pulmones y abre tu corazón a Dios, dedicándole estos primeros minutos de la mañana. Haz silencio en tu interior y escucha... Desconecta de todo, solo siente los latidos de tu corazón, siente a Dios que te espera.
Del Evangelio según San Lucas:
Una vez que estaba Jesús orando en cierto lugar, cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: «Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos». Él les dijo: «Cuando oréis, decid: “Padre, santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan cotidiano, perdónanos nuestros pecados, porque también nosotros perdonamos a todo el que nos debe, y no nos dejes caer en tentación”».
Reflexión:
Jesús nos dio el Padre Nuestro para que sepamos que Dios quiere que hablemos con Él cada día, a través de la oración, y que compartamos lo que hay en nuestro corazón. Dios es nuestro Padre Celestial. Nuestro Padre nos ama y se preocupa mucho por nosotros. Siempre que necesitemos hablar con Él, podemos acudir directamente a Él en oración.
Esta semana, en la que todos como familia CRISTO REY sentimos aún más fuerte que Él es el verdadero REY de nuestras vidas, propongámonos sentir también con fuerza cada una de las palabras de la oración que Él nos enseñó. Que el PADRE NUESTRO tenga sentido y nos ayude a ir dejando HUELLAS DE BIEN allá por dónde pasemos.
En palabras de José Gras: “Jesucristo, te aclamo mi REY, te adoro con toda mi alma, con todo mi corazón, con todo mi ser…”
CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA ALUMBRA NUESTRA INTELIGENCIA.
En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. Amén.
¡Qué tengáis un buen día!