Oración jueves 10 Abril

Oración Jueves 10 de Abril 2025 

 

Buenos días, Cristo Reina, nos preparamos para la oración….

 

Buenos días, Cristo Reina, comenzamos la oración de la mañana…

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…

 

https://www.youtube.com/watch?v=-b5lw4gCiok&t=15s

 

Vamos a relajarnos… cerramos nuestros ojos…. Nos sentamos cómodos…Respiramos profundamente… y vamos a llevar nuestra mano al pecho y a notar como late lentamente nuestro corazón …. Volvemos a coger aire….. lo soltamos lentamente… y ahora relajados, nos disponemos a pasar un ratito junto a Jesús compartiendo con él todo lo que hay en nuestro interior. 

 

Escuchamos el siguiente cuento. 

 

En lo alto de una colina, donde el viento cantaba entre las ramas, vivía un pequeño olivo llamado Oli. A su alrededor, crecían árboles grandes y fuertes que daban sombra y frutos abundantes. Pero Oli era joven y apenas tenía unas cuantas hojas. A menudo se sentía pequeño, inútil, y pensaba que jamás llegaría a ser como los demás.

Un día, mientras el sol se escondía detrás de las nubes, un anciano jardinero subió la colina y se detuvo frente a Oli. Lo observó en silencio, y luego, con una sonrisa suave, le dijo:

—Aunque ahora parezcas pequeño, dentro de ti hay una gran promesa. Solo necesitas confiar y esperar.

Oli no entendió del todo, pero las palabras del jardinero le dieron algo que nunca había sentido antes: esperanza.

Pasaron los días, y también los vientos fríos y las lluvias. Algunos árboles se burlaban de Oli por ser tan frágil. Pero él recordaba las palabras del jardinero y seguía creciendo poco a poco, con paciencia y fe.

Un jueves, justo antes de la Pascua, un grupo de personas subió la colina en silencio. En medio de ellos iba un hombre de rostro sereno y mirada profunda. Era Jesús. Se detuvo junto a Oli, se arrodilló y oró bajo sus ramas.

En ese momento, Oli comprendió: aunque era pequeño, había sido elegido para acompañar al Hijo de Dios en su hora más difícil.

Desde ese día, el pequeño olivo supo que el valor no estaba en el tamaño ni en la fuerza, sino en abrir el corazón con humildad, estar presente y ofrecer lo poco que uno tiene con amor.

 

 

A veces, como el pequeño olivo, nosotros también nos sentimos pequeños, inseguros o pensamos que no somos tan importantes como los demás. Pero este cuento nos recuerda algo muy valioso: Dios no se fija en lo grandes o fuertes que somos, sino en el amor y la fe que llevamos en el corazón.

 

El pequeño olivo no sabía que un día Jesús elegiría orar bajo su sombra. No sabía que, aunque parecía débil, tenía un papel importante en la historia más grande de todas: el camino hacia la cruz y la resurrección. Y así somos nosotros. A veces no entendemos por qué vivimos ciertas cosas o qué sentido tienen nuestras acciones, pero si confiamos en Dios, como hizo el olivo, Él sabrá usar nuestra vida para algo hermoso.

 

En este último jueves de Cuaresma, el cuento nos invita a prepararnos para la Pascua con esperanza, con humildad y con el deseo de estar cerca de Jesús, como el olivo en Getsemaní. Nos recuerda que incluso los gestos más sencillos, como una oración, una palabra amable o un acto de perdón, pueden ser muy grandes a los ojos de Dios.

 

En palabras del padre Gras:

“Anima, Corazón de mi Rey, mi corazón, para que, fortalecido con tu fuerza, pueda vivir adorándote toda mi vida.”

 

Y ahora, todos juntos, rezamos el padre nuestro en inglés:

https://www.youtube.com/watch?v=gKrT_ZWJEVQ

 

“Our Father, who art in heaven,
Hallowed be thy name.
Thy Kingdom come.
Thy will be done on earth as it is in heaven.
Give us this day our daily bread.
And forgive us our trespasses, as we forgive those who trespass against us.
And lead us not into temptation,
But deliver us from evil.
Amen”

 

 

 

 

CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA, ALUMBRA NUESTRA INTELIGENCIA, AMÉN.

 

¡Qué paséis un buen día!