Oración martes, 17 de diciembre de 2024
Buenos días, Cristo Reina.
Comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Villancico Allá en el pesebre
Nos tranquilizamos para nuestro encuentro con Jesús. Para ello, nos sentamos bien en nuestra silla, cerramos nuestros ojos, apoyamos las manos en nuestro corazón e intentamos sentir sus latidos. Respiramos despacio y hondo una vez, otra vez, una vez más... dejando a Dios entrar en nuestro interior.
"Hace mucho, mucho tiempo, la Virgen María se estaba preparando para Navidad. Y había llegado el tiempo de que empezara a tejer la mantita para el Niño Dios que nacería muy pronto. Se fue caminando entre las estrellas y ellas le dieron hilos radiantes de cristal para la mantita del Niño. La luna le dio hilos de plata. El sol le dio brillantes hilos de oro. Y así la Virgen María juntó todos los hermosos hilos y empezó a tejerlos juntos. Pero los hilos se deslizaban y se separaban todo el tiempo y ella no conseguía juntarlos, así que reanudó su camino buscando ayuda.
"¡Queridas piedras!", dijo la Virgen María, "vosotras que sois tan fuertes y firmes, ¿podéis ayudarme a tejer todos los hilos y convertirlos en una mantita para el Niño Jesús?"
"No, madre María, nosotras señalaremos tu camino hacia el establo y haremos un suelo fuerte y firme para tus pasos, pero no te podemos ayudar a tejer los hilos".
"¡Queridas plantas!", dijo la Virgen María, "vosotras que sois tan hermosas y verdes, y alguna de vosotras sigue siendo verde durante todo el invierno, ¿podéis ayudarme a tejer todos los hilos y convertirlos en una mantita para el Niño Jesús?"
"No, madre María, nosotras te haremos un jardín donde crezca la flor de nochebuena, los lirios y las rosas de Navidad, pero no podemos ayudarte a tejer los hilos".
"¡Queridos animales!", dijo la Virgen María, "vosotros que sois tan ágiles y alegres, ¿podéis ayudarme a tejer todos los hilos y convertirlos en una mantita para el Niño Jesús?"
"No, madre María, nuestro hermano el burrito te ayudará y te cargará durante tu largo viaje, pero no podemos ayudarte a tejer los hilos".
La Virgen ya no sabía dónde ir a pedir ayuda, pero entonces vino un Ángel hacia ella y muy bajito le dijo:
"Madre María, tienes que pedir a los niños amor de sus corazones y cuando los niños de la Tierra te envíen su amor, entonces podrás tejer la mantita del Niño Jesús".
Y eso fue lo que sucedió: María susurró a los niños del mundo pidiendo ayuda y, con todo el amor que le dieron, consiguió tejer la mantita del Niño Jesús. Y desde entonces, cada año en la época de Adviento, los niños del mundo preparan su corazón llenándolo de amor para tejer junto a María la mantita que arrope al Niño Dios.
Niño Dios, rey de todo lo creado. Te adoro en el misterio de Tu nacimiento. Te adoro en tu profunda humildad, en tu infinita paciencia, en tu gran poder.