ORACIÓN LUNES 11 DE NOVIEMBRE DE 2024
CRISTO REINA, nos preparamos para la oración
Música instrumental
Buenos días, CRISTO REINA, nos ponemos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo.
Comenzamos la oración de esta mañana serenando nuestro cuerpo, para ellos adoptamos una postura cómoda, hacemos una respiración intensa, cogemos aire y soltamos lentamente… abrimos nuestro corazón a Jesús, y le dedicamos estos primeros minutos de la mañana.
Me gustaría compartir con todos vosotros este maravilloso cuento.
Cierto día, caminando por la playa, reparé en un hombre que se agachaba a cada momento, recogía algo de la arena y lo lanzaba al mar. Hacía lo mismo una y otra vez.
Tan pronto como me aproximé, me di cuenta de que lo que el hombre agarraba eran estrellas de mar que las olas depositaban en la arena…y, una a una, las arrojaba de nuevo al mar. Intrigado, lo interrogué sobre lo que estaba haciendo Y me respondió:
-Estoy lanzando estas estrellas de mar nuevamente al océano. Como ves, la marea es baja y estas estrellas han quedado en la orilla. Si no las arrojo al mar, morirán aquí por falta de oxígeno.
-Entiendo…- ¡Pero debe haber miles de estrellas de mar sobre la playa! No puedes lanzarlas todas, ¡son demasiadas!
Y, quizá, no te des cuenta de que, probablemente, esto sucede en cientos de playas a lo largo de la costa. Entonces, me animé a preguntarle: ¿No estás haciendo algo que no tiene sentido?
El nativo sonrió, se inclinó y tomó una estrella marina. Y, mientras la lanzaba de vuelta al mar, me respondió: -¡Para ésta si tuvo sentido!
Ser voluntaria o voluntario es una estrella que hoy arrojo al mar. Sé que, en este mundo complicado, trastocado, acelerado, equivocado… un gesto de ternura y solidaridad no es suficiente. Nada puedo hacer para solucionar todas las penas del mundo. Pero puedo hacer mucho para ayudar en el pedacito de mundo que me toca.
Ahora todos juntos rezamos la oración que el PADRE nos enseño:
que se preocupó de los pobres y necesitados, de los pequeños y excluidos.
Enséñanos a estar al lado de los pobres, de los más vulnerables, de los desamparados, donde tú estás presente y necesitado.
Amén.
Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera. Cristo, luz infinita, alumbre nuestra inteligencia.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Que tengáis un FELIZ día.