Oración de la mañana. 26-11-2024
26-noviembre-2024
Buenos días, Cristo reina.
Nos vamos preparando para la oración de la mañana.
Nos ponemos en presencia del Señor, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo.
Comenzamos la oración de esta mañana serenando nuestro cuerpo, respiremos hondo, dejemos que llegue el aire a nuestros pulmones y abramos nuestro corazón a Dios, dedicándole estos primeros minutos de la mañana. Haz silencio en tu interior y escucha… Por unos momentos desconectamos de nuestros ruidos, escuchamos en el silencio los latidos de nuestro corazón, sentimos a Dios que nos espera.
El abuelo y la abuela se habían peleado, y la abuela estaba tan enfadada que no le dirigía la palabra a su marido. Al día siguiente, el abuelo había olvidado por completo la pelea, pero la abuela seguía ignorándole y sin dirigirle la palabra. Y, por más esfuerzos que hacía, el abuelo no conseguía sacar a la abuela de su silencio. Al fin, el abuelo se puso a revolver armarios y cajones. Y cuando llevaba así unos minutos, la abuela no pudo contenerse y le gritó airada: «¿Se puede saber qué estás buscando?».
«¡Gracias a Dios, ya lo he encontrado!» —le respondió el abuelo con una sonrisa—. ¡Tu voz!
Señor: a unos les duran muy poco los enfados, pero hay otros a quienes les duran mucho, porque les cuesta perdonar y olvidar. Mantenernos sin hablar a un amigo o a alguien de casa porque nos hemos peleado con él nos hace sufrir a nosotros y a la otra persona. Ayúdanos, Señor, a no ser como la abuela de esta pequeña historia.
Te damos gracias hoy por las personas alegres y por las que saben perdonar, porque van dejando huellas de bien y nos ayudan a vivir felices. Gracias, Señor.
Todos juntos rezamos la oración que Jesús nos enseñó:
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
En palabras del padre Gras:
Corazón de Jesús,
Dame fuerza en mi debilidad,
Luz en mis oscuridades,
Prudencia en mis empresas,
Perseverancia en todas las buenas obras.
Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo luz infinita alumbre nuestra inteligencia. Amén.
¡Qué tengáis un bonito día!