Lunes 28 de octubre 2024
BUENOS DÍAS, CRISTO REINA, nos preparamos para la oración...
Nos colocamos en una postura cómoda, cogemos aire por la nariz y soltamos por la boca, nos ponemos en presencia del Señor en el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo, Amen.
Había una vez, hace cientos de años, en una ciudad de Oriente, un hombre que una noche caminaba por las oscuras calles llevando una lámpara de aceite encendida. La ciudad era muy oscura en las noches sin luna como aquella. En determinado momento, se encuentra con un amigo. El amigo lo mira y de pronto lo reconoce. Se da cuenta de que es Guno, el ciego del pueblo. Entonces, le dice: -¿Qué haces Guno, tú ciego, con una lámpara en la mano? Si tú no ves.. Entonces, el ciego le responde: – Yo no llevo la lámpara para ver mi camino. Yo conozco la oscuridad de las calles de memoria. Llevo la luz para que otros encuentren su camino cuando me vean a mi… Reflexión: Cada uno de nosotros podemos ser luz para los que nos rodean. Pensemos cómo podemos cada día en iluminar con nuestros actos la vida de los que tenemos al lado. Señor sé tú mi luz y ayúdanos a ser luz para los que encontramos a nuestro paso.
Con la alegría y la esperanza de ser luz del mundo rezamos un PADRE NUESTRO.
En palabras del Padre Gras: "No hay verdad donde no hay bien, no hay bien donde no hay amor"
Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo luz infinita, alumbra nuestra inteligencia, amén.