Martes, 21 noviembre.

CRISTO REINA... este es nuestro saludo y con él nos vamos preparando para la oración de la mañana.

Comenzamos… En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…   

Música de relajación con sonidos de la naturaleza: 


● Disponemos a los niños para hacer unos minutos de relajación, cuidamos la postura, bien la espalda sobre la silla o con brazos y cabeza sobre la mesa, guiamos en la respiración…cerramos los ojos. Vamos a mantenernos así tranquilos, en silencio y escuchando los latidos del corazón, ahí está nuestro Rey Jesús. 

Señor,  gracias por el nuevo día que comienza, gracias por la oportunidad de empezarlo contigo, en tu presencia. Gracias por estos días de fiesta en nuestro cole, con todo queremos decir que eres Rey, Rey del mundo.

En la biblia descubrimos lo buen amigo que eras de todos. 


Hoy, muy atentos, escuchamos las palabras de Jesús a través del Evangelio de San Lucas 19, 1-10. 


“Jesús entró en Jericó y atravesaba la ciudad. Allí vivía un hombre muy rico llamado Zaqueo, que era el jefe de los publicanos. Él quería ver quién era Jesús, pero no podía a causa de la multitud, porque era de baja estatura. Entonces se adelantó y subió a un sicómoro para poder verlo, porque iba a pasar por allí.

Al llegar a ese lugar, Jesús miró hacia arriba y le dijo: “Zaqueo, baja pronto, porque hoy tengo que alojarme en tu casa”. Zaqueo bajó rápidamente y lo recibió con alegría.

Al ver esto, todos murmuraban, diciendo: “Se ha ido a alojar en casa de un pecador”. Pero Zaqueo dijo resueltamente al Señor: “Señor, yo doy la mitad de mis bienes a los pobres, y si he perjudicado a alguien, le doy cuatro veces más”. Y Jesús le dijo: “Hoy ha llegado la salvación a esta casa, ya que también este hombre es un hijo de Abraham, porque el Hijo del hombre vino a buscar y a salvar lo que estaba perdido”.

Palabra del Señor.


¿Qué nos enseña?

Zaqueo es un hombre avaro, deshonesto, que trabaja para el gobierno romano recolectando los impuestos del pueblo. Las personas no lo quieren. Zaqueo oye hablar de Jesús y quiere cambiar. 

El Señor llenó su corazón y Zaqueo. Jesús nos enseña a relacionarnos a través del amor, porque la fuerza, la venganza y el odio sólo crean disgusto. Jesús trató con amor a Zaqueo y lo hizo cambiar hasta que acepta haber engañado a mucha gente y se compromete a devolver todo lo que no le pertenecía. 

¿Qué podemos aprender de la actitud de Zaqueo? Zaqueo fue humilde y salió en busca de Jesús. Al parecer, él había escuchado sobre Jesús, pero deseaba conocerlo personalmente. Se comportó como un niño al subirse al árbol y a Dios le agrada que nos acerquemos a él con un corazón tierno como el de los niños. Jesús llega a ser su amigo y va a su casa.

También nosotros queremos buscarte, reconocerte y dejar que vengas a nuestro corazón, ayudándonos a cambiar todo eso que no es tan bueno. Contigo todo lo podemos. 

Ahora, con este deseo, vamos a rezar juntos a nuestro Padre Dios: 

Padre nuestro que estás en el cielo, 

santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu Reino; 

hágase tu voluntad 

en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos 

a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal. Amén.


 En palabras de José Gras, al Corazón de Jesús.

“Corazón de nuestro Rey, únenos a Ti,

líbranos de ser mediocres e indiferentes,

para que te adoremos cada día con más amor y

atraigamos a Ti muchas almas.” 


CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA, ALUMBRA NUESTRA INTELIGENCIA, AMÉN.


En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…

 

¡Qué paséis un buen día!


Álvaro fraile - cuenta conmigo




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