Oración martes, 20 de junio de 2023
Buenos días, Cristo Reina.
Comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Del evangelio según San Juan:
“En aquel tiempo, Jesús tomó la palabra y dijo a sus discípulos: Yo soy la verdadera vid, y mi Padre es el labrador. A todo sarmiento que no da fruto en mí lo arranca, y a todo el que da fruto lo poda, para que dé más fruto. Vosotros ya estáis limpios por la Palabra que os he hablado; permaneced en mí, y yo en vosotros.” Palabra de Dios.
Llegamos al final del curso escolar. Es tiempo de vacaciones. Cuando se cierran las puertas del cole, se abren otras. El tiempo de verano es un momento privilegiado de experiencias humanas. En todas estas experiencias hemos de dar testimonio de nuestra fe en Cristo resucitado. En el trocito de Evangelio que acabamos de escuchar, Jesús nos dice “permaneced en mí y yo en vosotros”. Durante el tiempo de descanso, hemos de permanecer unidos al Señor.
Pongo la vista en el futuro y me pregunto: ¿Qué me traerán las vacaciones que empiezan? Lo que Tú quieras Señor, pero te pido fe para seguir viéndote en todo, esperanza para no desfallecer y caridad para amarte cada día más y para hacerte amar entre los que me rodean.
Dame paciencia y humildad, desprendimiento y generosidad. Dame Señor, lo que Tú sabes que me conviene y yo no sé pedir.
Que también, durante este tiempo de descanso, tenga el corazón alerta, el oído atento, las manos y la mente activas, y que me halle siempre dispuesto a hacer Tu Voluntad. Que pueda descansar y seguir aprendiendo de otra manera, siempre bajo Tu mirada y contigo, mi fiel Amigo, Maestro y Padre.
Además, en esta mañana quiero poner la vista en el pasado. Parar y mirar atrás es una necesidad.
Te regalo de todo corazón lo que he aprendido, mi trabajo, mi cansancio, mis dudas, mis fracasos y mis éxitos… ¡Te lo regalo de todo corazón!
Gracias por todo lo que he descubierto y por cómo he crecido en estos meses…
- Por cada uno de mis compañeros de clase y del cole, con sus limitaciones y sus valores personales, te doy gracias Señor.
- Porque quisiste que cada uno de ellos estuviera a mi lado, te doy gracias Señor.
- Por la lección de vida que cada uno me ha ido dando, te doy gracias Señor.
- Por los ratos duros que hemos pasado juntos y también por los días felices, te doy gracias Señor.
- Por los profes y las seños que he tenido y por todas las personas que han hecho posible que nuestro cole funcionara cada día, te doy gracias Señor.
- Por tener sueños y proyectos para el verano y para la vida, te doy gracias Señor.
- Porque tenerte cerca, Señor, va llenando de sentido mi vivir, te doy gracias Señor.
Y la mejor forma que tenemos de darle gracias al Señor es dedicarle la oración que Jesús nos enseñó:
Con la ilusión de pensar que ponéis vuestro descanso en manos de Dios, con la esperanza de que, en este tiempo, os importarán más las personas que las cosas, con la seguridad de que sabréis hacer posible las vacaciones de los demás de la casa, y no solo las vuestras, con la confianza puesta en vuestro crecimiento y en vuestra realidad de cristianos, os deseo a todos un feliz verano.
