Oración lunes 22
Oración de la mañana 26 de Mayo
Buenos días Cristo Reina, nos preparamos para la oración. Adoptamos una postura cómoda, la espalda sobre el respaldo, ambos pies en el suelo y manos sobre las piernas, hacemos una respiración profunda y vamos cerrando los ojos o bajando la mirada, prestando atención al ritmo de nuestra respiración y disponemos nuestro corazón y nuestra mente a escuchar la oración. Comenzamos la oración, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, amén.
CANCIÓN: Con flores a María
Ya quedan pocos días para que finalice el mes de mayo, el mes en el que María, nuestra madre y madre de Jesús, se recuerda y se siente de manera más especial. María, fue madre y educadora, Jesús podía encontrar en ella un modelo para seguir e imitar, un ejemplo de amor perfecto a Dios y a las personas. María, ayuda a su hijo Jesús a crecer en sabiduría y a formarse para su misión. Igual que nuestras mamás nos cuidan y nos ayudan cada día sin esperar nada a cambio, María, también nos ayuda, siempre está ahí para protegernos y alentarnos cuando lo necesitamos.
Por eso, debemos acoger a María siempre, no sólo durante el mes de mayo, sino todos los días del año. Siempre que hablemos de Jesús, debemos pensar y recordar que María, su madre, fue quien la ayudó a ser él. Y que siempre, del mismo modo, estará con nosotros. Debemos aprender de ella actitudes y valores como el amor incondicional, la escucha, la comprensión, la paciencia, la generosidad,… y recordar que María, nos acogerá siempre, en su manto materno, al igual que hizo con su hijo Jesús. Y al igual que Jesús, María está en nuestro corazón.
Bendita sea tu pureza
Bendita sea tu pureza
y eternamente lo sea,
pues todo un Dios se recrea
en tan graciosa belleza.
A ti, celestial princesa,
Virgen sagrada, María,
te ofrezco en este día
alma, vida y corazón.
¡Mírame con compasión!
¡No me dejes, Madre mia¡
Todos juntos rezamos el ave maría.
Dios te salve María, llena eres de gracia; el Señor es contigo, bendita tú eres entre todas las mujeres, y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús. Santa María, Madre de Dios, ruega por nosotros pecadores, ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.
Escuchamos las palabras del Padre Grass: “María, siento tanta necesidad de vuestra ayuda, como el niño que levanta sus tiernas manos hacia su madre en la cuna, mi pensamiento necesita de vuestro resplandor, y mi corazón de vuestro afecto”
Cristo Vence, Cristo Reina, Cristo Impera, Cristo luz infinita alumbra nuestra inteligencia, Amén.