Oración Jueves 8 de Febrero de 2023

 

Buenos días, Cristo Reina, nos preparamos para la oración….

 

Buenos días, Cristo Reina, comenzamos la oración de la mañana…

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…

 

Señor, otro día más nos disponemos a comenzar el día en tu presencia, dándote gracias por todo aquello que nos das y poniendo en tus manos todas nuestras preocupaciones. 

 

Nos colocamos en una posición cómoda…. cerramos los ojos…. Respiramos profundamente…. Volemos a respirar…. y poco a poco vamos relajando nuestro cuerpo, preparando nuestro corazón para dedicarte este ratito de silencio interior en el que escuchamos eso que tú quieres decirnos



 




Había una vez, en el país de las Piedras, una pequeñapiedra que estaba empeñadaen ser una piedra preciosa para ser importante y admirada por todas las demás. Por eso tenía en su casa una impresionante colección de disfraces: de Esmeralda, Rubí́, Zafiro, Diamante, Plata, Oro Eran reproducciones casi exactas de todas estas piedras y cuando se los poníaparecían realmente auténticos

A esthabía que añadir lo bien que interpretaba la pequeña piedra su papel. Si iba disfrazada de Esmeralda, hablaba como las Esmeraldas, caminaba como las Esmeraldas, se comportaba como las Esmeraldas. No había detalle que se le escapara y que la pudiera delatar.  

Pero tenía que tener cuidado en una cosa; no podíadarle directamente la luz del sol, porque entonces descubrirían que no era transparente como las autenticas Esmeraldas. Lo mismo le ocurría con los disfraces de Rubí́, de Zafiro y de Diamante. Así́ que solo se los ponía cuando era de noche al atardecer. Por el día se disfrazaba de Oro de Plata. Aunque con estos disfraces tenía el peligro contrario; si dejaba de darles la luz del sol, dejaban de parecer Oro Plata auténticos. Sin embargo, la pequeñapiedra lo tenía todo muy bien controlado. 

Y así́ fue pasando su vida. Nadie se dio cuenta del engaño. Los que la conocían como Esmeralda le tenían una gran admiración y aprecio. Y lo mismo ocurría con los que la conocían como Diamante, como Oro, como Zafiro, como Rubí́ como Plata. 

Pero un día, estando la piedra tomando el sol disfrazada de Oro, un hombre que pasaba por allí́ quedó deslumbrado con su brillo y la cogió́. Al ver que era oro, dio un salto de alegría y fue corriendo a ver a un joyero para que le dijera cuál era su valor. Pero cuando el joyero la examinó, vio que era una simple piedra cubierta con una funda dorada. Entonces el hombre, desilusionado, la cogió́ y la tiró por la ventana. 

Al caer al suelo, la piedra se rompió́ en mil pedazos, y sorprendentemente, dejó al descubierto que su interior había estado ocupado por un Diamante de gran calidad y de valor incalculable. Un Diamante que nunca había podido salir a la luz, porque la pequeña piedra se empeñó́ toda su vida en imitar a otros para ser valiosa e importante. 

Cada uno de nosotros es el regalo más valioso de Dios, nuestra vida es un auténtico tesoro. 

La pequeña piedra desconocía por completo cuál era el tesoro que guardaba en su interior; no se valoraba a sí misma y no se gustaba tal y como era. Por ello quería parecerse a otros e imitarles en todo, renunciando así́ a ser ella misma.

Dios, nos quiere tal y cómo somos y cada día nos pide que saquemos hacia fuera nuestra luz para iluminar a los demás. Cada luz es única y es por eso por lo que Jesús te pide que seas auténtico, que seas tu mismoque seamos capaces de querernos a nosotros y a los demás cómo el mismo lo hace. Valorando el gran regalo de nuestra propia vida.

Y ahora, pidiéndole a Jesús que nos enseñe a ser luz para los demás y a saber encontrar nuestro propio brillo interior, juntamos todos nuestras manos, y juntos, rezamos el padre nuestro:

 

Padre nuestro que estás en el cielo, 

santificado sea tu Nombre;

venga a nosotros tu Reino;

hágase tu voluntad 

en la tierra como en el cielo.

Danos hoy 

nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos 

a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal. Amén.

 

En palabras de José Gras:

 

Señor, disipa las tinieblas de todos los ojos que no ven tu luz, y apaga las llamas que impiden la fraternidad de los corazones..

 

CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA, ALUMBRA NUESTRA INTELIGENCIA, AMÉN.

 

¡Qué paséis un buen día!

 

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