Oración 20 de Febrero 2023

 

Buenos días, Cristo Reina.

Nos preparamos para la oración de la mañana.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Enfócate en ti, en tu interior y siente como tu corazón palpita, siente como esa inmensa Luz que procede de tu corazón te inunda, te calma y te llena de paz. Siente esa Paz por todo tu cuerpo. Esa Paz dentro de ti...estás sintiendo ese trozito de Dios que está presente en Tí en cualquier momento, en cualquier lugar y que es tu mayor tesoro. Ahora solo importa esa unión entre Tú y Dios.

Canción: Cultivando el perdón






CUENTO

                                                      ¡El sartenazo!

La rana Renata era la mejor cocinera de los pantanos y a su selecto restaurante acudían todas las ranas y sapos de los alrededores. Sus "moscas en salsa de bicho picante" o sus "alitas de libélula caramelizadas con miel de abeja" eran delicias que ninguna rana debía dejar de probar, y aquello hacía sentirse a Renata verdaderamente orgullosa.

 

Un día, apareció en su restaurante Sopón dispuesto a cenar. Sopón era un sapo grandón y un poco bruto, y en cuanto le presentaron los exquisitos platos de Renata, comenzó a protestar diciendo que aquello no era comida, y que lo que él quería era una buena hamburguesa de moscardón. Renata acudió a ver cuál era la queja de Sopón con sus platos, y cuando este dijo que todas aquellas cosas eran "pichijiminadas", se sintió tan furiosa y ofendida, que sin mediar palabra le arreó un buen sartenazo.

 

Menuda trifulca se armó. A pesar de que Renata enseguida se dio cuenta de que tenía que haber controlado sus nervios, y no dejaba de pedir disculpas a Sopón, éste estaba tan enfadado, que decía que sólo sería capaz de perdonarla si él mismo le devolvía el sartenazo. Todos trataban de calmarle, a sabiendas de que con la fuerza del sapo y la pequeñez de la rana, el sartenazo le partiría la cabeza. Y como Sopón no aceptaba las disculpas, y Renata se sentía fatal por haberle dado el sartenazo, Renata comenzó a hacer de todo para que le perdonara: le dio una pomada especial para golpes, le sirvió un exquisito licor de agua de charca e incluso le preparó.. ¡una estupenda hamburguesa de moscardón!

Pero Sopón quería devolver el porrazo como fuera para quedar en paz. Y ya estaban a punto de no poder controlarle, cuando aparecio un anciano sapo caminando con ayuda de unas muletas.

- Espera Sopón-dijo el anciano- podrás darle el sartenazo cuando yo te rompa la pata. Recuerda que yo llevo muletas por tu culpa.

Sopón se quedó paralizado. Recordaba al viejo que acababa de entrar. Era Sapiencio, su viejo profesor que un día le había salvado de unos niños gamberros cuando era pequeño, y que al hacerlo se dejó una de sus patas. Recordaba que todo aquello ocurrió porque Sopón había sido muy desobediente, pero Sapiencio nunca se lo había recordado hasta ahora...

Entonces Sopón se dio cuenta de que estaba siendo muy injusto con Renata. Todos, incluso él mismo, cometemos errores alguna vez, y devolver golpe por golpe y daño por daño, no hacía sino más daño . Así que, aunque aún le dolía la cabeza y pensaba que a Renata se le había ido la mano con el sartenazo, al verla tan arrepentida y haciendo de todo para que le perdonase, decidió perdonarle. Y entonces pudieron dedicar el resto del tiempo a reirse de la historia y saborear la rica hamburguesa de moscardón, y todos estuvieron de acuerdo en que aquello fue mucho mejor que liarse a sartenazos

REFLEXIÓN

Ten siempre presente el cultivo del perdón. Perdona y siente el perdón de Dios. Dios nos dice “no hagáis frente al que os agravia. Al contrario, si uno te abofetea en la mejilla derecha, preséntale la otra” Dios nos dice “amad a vuestros enemigos y rezad por los que os persiguen”.

TE PEDIMOS SEÑOR...

Te pedimos Señor, que nos portemos bien con todos, no solo con nuestros amigos: incluso con nuestros enemigos. Porque también sobre ellos sale el sol de tu Amor misericordioso. Jesús, sabes que a veces me cuesta mucho ser bueno con todos. Ayúdame a vencer los rencores que anidan en mi corazón.

Con esta reflexión rezemos todos juntos la oración que Dios nos enseño:




Oración del Padre Gras:

Te rogamos, Señor, por las necesidades de la Iglesia. Derrama sobre ella tu misericordia; dale fortaleza en la lucha, bendice sus trabajos. Perdona nuestras culpas y danos el fruto de la paz que anunciaron los ángeles el día de tu Nacimiento.

CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA ALUMBRA NUESTRA INTELIGENCIA, AMÉN.

En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

¡Que paséis un maravilloso día!

 


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