Oración Lunes 9 de Enero de 2023
Buenos días. Nos preparamos para la oración....
Buenos días, Cristo reina
En el nombre del padre, del hijo y del Espíritu Santo, Amén.
Canción: “Melchor, Gaspar y Baltasar” de Unai Quirós
INTRODUCCIÓN
Hoy damos gracias a Dios por estos días vividos en familia, por todo lo bueno que hemos compartido, las reuniones familiares y con amigos, por los regalos y por tantas cosas que Tú nos regalas… Vamos a hacer hincapié en uno de los días importantes vividos esta Navidad.
CUENTO
En
el Lejano Oriente vivían tres Reyes Magos, hombres sabios. Eran astrólogos, y
podían leer el destino de la Humanidad en el curso de las estrellas. A pesar de
que vivían en ciudades distintas y muy lejanas entre sí, los tres vieron una
noche una estrella muy brillante en el cielo.
Advirtieron
que se trataba de la «Estrella del Rey», que anunciaba el nacimiento de un gran
soberano, ¡tal vez incluso el nacimiento del salvador del mundo!
Así
que tomaron sus camellos y cabalgaron en la dirección que les marcaba la
estrella. Los tres Reyes Magos querían visitar al niño rey y ofrecerle regalos.
El camino de los tres sabios se unió a las afueras de Jerusalén.
En
ese momento, la estrella de Belén dejó de brillar.
Ellos
fueron en busca del castillo del rey Herodes pero allí no pudieron encontrar al
niño.
Herodes
tuvo miedo de que ese nuevo rey usurpara su trono algún día. Obtuvo información
de donde estaba el niño y les mandó a Belén a buscarlo.
Los sabios abandonaron Jerusalén y la estrella volvió a
aparecer ante ellos. La siguieron con el corazón rebosante de alegría, hasta
que se detuvo sobre el establo.
Encontraron a María, a José y al niño, y supieron que se
encontraban frente al Mesías. Los tres Reyes Magos se arrodillaron ante el
recién nacido.
Luego lo obsequiaron con oro, incienso y mirra.
REFLEXIÓN
Pongámonos en camino, como los magos. No dejemos pasar de
largo las estrellas que se cruzan en nuestra vida y nos fustigan; unas veces,
será una persona que nos impacta por su honradez y bondad; otras, un
acontecimiento que nos golpea, o un pasaje de la Biblia. Debemos estar con la
mirada atenta para que no sean estrellas fugaces, porque dejarles brillar y seguirlas dará sentido y densidad a nuestro
modo de vivir: nos conducirán a la luz verdadera, “la casa donde está el Niño y
la madre”. Lo importante es ponerse en camino; no desanimarse a pesar de las
desapariciones momentáneas de la estrella.
Si buscamos a Jesús, luz del mundo y luz nuestra, lo
encontraremos. No nos asustemos ni nos decepcionemos si su apariencia no está a
la altura de nuestras expectativas: un niño, una madre sencilla y una humilde
casa.
Los magos le ofrecieron dones, pero, sobre todo, lo
adoraron: no solo dieron, sino que “se” dieron. La respuesta a un Señor, luz de
nuestra vida, que se ofrece, es ofrecernos también nosotros, darnos. Busquemos
al Señor, luz para nosotros, porque su encuentro gozoso cambiará nuestro rumbo.
En estos días de celebración con los nuestros, nos hemos
dado cuenta que nos rodea mucho sufrimiento, por eso, Jesús, te queremos pedir
fuerza para esas personas que sufren y para nosotros, para que podamos
regalarles, como los Reyes Magos, nuestros dones, nuestra ayuda, consuelo y
acompañamiento.
Rezamos todos juntos un PADRENUESTRO.
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
Cristo Vence, Cristo Reina, Cristo Impera, Cristo Luz
Infinita, alumbra nuestra inteligencia. Amén.
¡Feliz año nuevo a todos y que tengáis un buen día!