Oración Jueves 10 de Noviembre de 2022
Buenos días, Cristo Reina, nos preparamos para la oración….
Buenos días, Cristo Reina, comenzamos la oración de la mañana…
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo…
Nos colocamos en una posición cómoda…. cerramos nuestros ojos…. y poco a poco vamos relajando nuestro cuerpo… respiramos profundamente… escuchamos lo que Jesús quiere decirnos en esta mañana, para dejar que él toque nuestro corazón….
Una hermosa mañana, una gaviota amaneció volando muy alto sobre el mar, y abajo divisó, haciendo espumas entre tanto azul, la barca de un pescador.
-¡Ah, si yo tuviera una red como la de ese hombre –se dijo la gaviota- no
tendría por qué resignarme a agarrar un solo pez tras varios intentos de cazarlo en el agua!
A su vez, el pescador, embelesado con el vuelo de la gaviota, se decía:
-Si tuviera el privilegio de ver desde lo alto lo que puedo pescar, no me
aventuraría tanto en aguas profundas y ni siquiera me alejaría de la costa en la
madrugada.
¿Cuántas veces gastamos la vida desesperados por el afán de imitar a otros, sin atrevernos a ser nosotros mismos, sin plantearnos todo lo bueno que nos redoe, cegados por el deseo de parecerse o ser como alguien a quien envidiamos o admiramos? Sin apreciar, que nuestra propia vida es un regalo; que Dios, pone en cada uno de nosotros lo mejor de él y nos crea con infinito amor.
Párate a pensar en todo lo positivo que hay en tu vida… Todas esas personas que te quieren y buscan tu bien… Todas las pequeñas cosas que alegran tu día por insignificantes que sean… Y ahora, piensa, que hay una persona junto a ti, cada día, haciendo que esas cosas sucedan, Dios… Y desde tu interior agradece el regalo que cada día te ofrece.
En este ratito de silencio, da gracias por todos los dones que Dios ha puesto en ti y comprométete en el día de hoy y siempre, a tratar de ofrecer a todo aquel que te rodea lo mejor que tienes en tu interior….
Juntamos todos nuestras manos, y juntos, rezamos el Padre nuestro:
Padre nuestro que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu Reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy
nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén.
Quiero caminar contigo Jesús, que mi vida sea un reflejo de ti.
Quiero me acompañes en cada momento para fortalecerme ante las dificultades. Quiero tener un corazón misericordioso para poder acoger a todos y ser capaz de ver todo lo bueno que hay en los demás, apreciando también lo bueno que hay en mí.
Como dijo José Gras:
“Nada somos, nada valemos ni valdremos sin Cristo. Cristo es nuestro Creador,
nuestro Redentor, nuestro Padre, nuestro rey, nuestro Maestro, la luz de nuestro entendimiento, la paz de nuestro corazón y la guía y fuerza incontrastable de nuestra voluntad.”
CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA, ALUMBRA NUESTRA INTELIGENCIA, AMÉN.
¡Qué paséis un buen día!
