Miércoles, 23 de marzo
Buenos días. Cristo Reina. Nos preparamos para comenzar la oración.
Comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
1. INTRODUCCIÓN
(Escuchamos el mensaje con la música)
Cerramos los ojos y escuchamos con atención la música. Nos vamos acomodando en nuestro sitio y vamos respirando profundamente.
(Dejamos unos segundos).
Continuamos con este tiempo de cambio, la Cuaresma. Un tiempo en el que debemos reflexionar, rezar, aprender a ser humildes y esforzarnos por ser mejores personas y mejores cristianos.
No debemos estar tristes. Todo lo contrario. La Cuaresma debe ser como la primavera, un tiempo para renacer. ¿Habéis observado bien los árboles y las plantas últimamente? De sus ramas están comenzando a brotar hojas, flores y frutos nuevos. Parecía que estaban secos durante el invierno, pero no era así. La primavera está llegando.
Lo mismo debe ser la Cuaresma para nosotros. La Cuaresma debe ser primavera para nuestra vida: tiempo de cambiar la cara y tiempo para revestirnos de obras buenas.
En este momento, vamos a vamos a poner especial atención en el mensaje que Dios nos envía.
2. EVANGELIO
San Marcos (Mc 10, 41-45):
Jesús los llamó y les dijo: "Vosotros sabéis que aquellos a quienes se considera gobernantes, dominan a las naciones como si fueran sus dueños, y los poderosos os hacen sentir su autoridad. Entre vosotros no debe ser así. Al contrario, el que quiera ser grande, que se haga vuestro servidor; y el que quiera ser el primero, que se haga servidor de todos. Porque el mismo Hijo del hombre no vino para ser servido, sino a servir y dar su vida en rescate por una multitud".
Palabra de Dios.
3. REFLEXIÓN
El servicio a los demás es lo que hace grande a la persona, no los títulos ni la fama. Ser el primero para Jesús es ser humilde, sencillo, cercano y servidor. El Padre Gras siempre tuvo en el corazón el deseo de hacer reinar a Jesucristo. También hoy muchas personas viven su vida con la intención de ayudar diariamente a los demás para ser reflejo de la luz que Jesús puso en nuestro interior.
Actualmente, en nuestro entorno, estamos viendo la grandeza de personas que están acogiendo a gente que lo necesita porque sufre a causa de la guerra.
Siendo testigos de la fe que toda esta gente tiene en Dios y de su gran corazón, podíamos pensar, cómo cada uno de nosotros podemos llevar a los demás a Jesús en este tiempo de Cuaresma (ayudando hoy a alguien, perdonando si nos hemos peleado, compartiendo algo nuestro con alguien que lo necesite...)
(Escuchamos la música)
¡Es la hora! Despierta tu corazón para encontrarte con Dios. Solo Él nos dará la energía que necesitamos cada día para buscar el bien, cuidando de todo y de todos. De esta forma, conseguiremos el sueño de José Gras de hacer reinar a Cristo en todos los corazones.
4. ORACIÓN PADRE GRAS
Señor,
disipa las tinieblas
de todos los ojos
que no ven tu luz,
y apaga las llamas que impiden
la fraternidad de los corazones.
Rey omnipotente,
vida, salud, fortaleza nuestra;
envíanos tu divina luz,
que disipe
las tinieblas de nuestro entendimiento;
enséñanos la verdad
y no permitas que seamos presa del error.
Con esa actitud de cambio que Jesús nos pide durante Cuaresma, para hacer reinar a Cristo en
nuestro corazón, vamos a rezar juntos el PADRE NUESTRO:
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal.
Cristo vence, Cristo Reina, Cristo impera, Cristo luz infinita alumbra nuestra inteligencia. En el nombre del Padre, del Hijo y del espíritu Santo. Amén.
