Oración jueves 17 de febrero
Buenos días, Cristo reina,
comenzamos la oración de la mañana…
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
Jueves, 17 de febrero. Un día más, un día menos, pero un día especial. Puede que sea porque ayer te pasó algo bueno, o porque te hayan dado una buena noticia nada más despertar; puede que hoy sea tu cumpleaños, felicidades... o simplemente puede que al mirarte en el espejo esta mañana hayas pensado, jo, qué guay poder vivir experiencias nuevas otro día más...
Ahora es momento de relajarte, cierra los ojos si quieres, habla con Él, con Jesús, cuéntale cómo estás, cómo te encuentras, qué necesitas ahora y en qué puedes mejorar...háblalo mientras escuchas este pequeño relato, y luego me cuentas...
Hace mucho tiempo existía un enorme árbol de manzanas. Un pequeño niño lo amaba mucho y todos los días jugaba alrededor de él. Trepaba al árbol hasta el tope y él le daba sombra. El niño amaba al árbol y el árbol amaba al niño.
Pasó el tiempo y el pequeño niño creció y nunca más volvió a jugar alrededor del enorme árbol.
Un día el muchacho regresó al árbol y escuchó que el árbol le dijo triste:
"¿Vienes a jugar conmigo?" pero el muchacho contestó "Ya no soy el niño de antes que jugaba alrededor de enormes árboles. Lo que ahora quiero son juguetes y necesito dinero para comprarlos".
"Lo siento, dijo el árbol, pero no tengo dinero... Te sugiero que tomes todas mis manzanas y las vendas. De esta manera obtendrás el dinero para tus juguetes".
El muchacho se sintió muy feliz. Tomó todas las manzanas y obtuvo el dinero y el árbol volvió a ser feliz.
Pero el muchacho nunca volvió después de obtener el dinero y el árbol volvió a estar triste.
Tiempo después, el muchacho regresó y el árbol se puso feliz y le preguntó:
"¿Vienes a jugar conmigo?" "No tengo tiempo para jugar. Debo trabajar para mi familia. Necesito una casa para compartir con mi esposa e hijos.
"¿Puedes ayudarme?"... " Lo siento, pero no tengo una casa, pero...tú puedes cortar mis ramas y construir tu casa".
El joven cortó todas las ramas del árbol y esto hizo feliz nuevamente al árbol, pero el joven nunca más volvió desde esa vez y el árbol volvió a estar triste y solitario.
Cierto día de un cálido verano, el hombre regresó y el árbol estaba encantado. "Vienes a jugar conmigo?" le preguntó el árbol. El hombre contestó "Estoy triste y volviéndome viejo. Quiero un bote para navegar y descansar. ¿Puedes darme uno?". El árbol contestó: "Usa mi tronco para que puedas construir uno y así puedas navegar y ser feliz". El hombre cortó el tronco y construyó su bote. Luego se fue a navegar por un largo tiempo.
Finalmente regresó después de muchos años y el árbol le dijo: "Lo siento mucho, pero ya no tengo nada que darte ni siquiera manzanas". El hombre replicó "No tengo dientes para morder, ni fuerza para escalar... Ahora ya estoy viejo".
Entonces el árbol con lágrimas en sus ojos le dijo, "Realmente no puedo darte nada.... la única cosa que me queda son mis raíces muertas". Y el hombre contestó: "Yo no necesito mucho ahora, solo un lugar para descansar.
"Bueno, las viejas raíces de un árbol, son el mejor lugar para recostarse y descansar. Ven siéntate conmigo y descansa".
El hombre se sentó junto al árbol y ambos sonrieron por siempre.
Y es que así es la vida. Cuando encuentras a personas especiales por un motivo u otro, pasan a formar parte de ti, y te sale fácilmente darles todo lo que tienes, y entregarte al máximo por ellas. Da igual cuánto des, porque merece la pena, porque cada detalle cuenta, y porque eso te hace feliz.
La vida pasa rápido y hay que saber disfrutar esos momentos únicos que compartes con esas personas, y al final, echar la vista atrás y quedarte con lo bueno que te han aportado.
Vamos cumpliendo años, y tenemos que felicitarnos por ello. Además, nos sientan muy bien, nos hacen más maduros y capaces de afrontar todo lo que nos viene encima, pero siempre, sabiendo que tenemos a personas que nos cuidan y que nos aprecian tal y como somos, y que darían cualquier cosa por estar a nuestro lado aún sin pedirlo.
Sal, disfruta, vive y sobretodo, sé feliz, eres fantástico, eres fantástica. Sólo tú puedes decidir qué hacer con el tiempo que se te ha dado.
En palabras del Padre Gras:
Anima, Corazón de mi Rey, nuestro corazón, para que fortalecidos con tu fuerza, podamos vivir adorándote toda nuestra vida.
Cristo vence, cristo reina, cristo impera, cristo luz infinita, alumbre nuestra inteligencia, amén.
Que tengas un feliz y bonito día, te lo mereces.
En el nombre del padre, del hijo y del espíritu santo. Amén.