Oración, viernes 27 de diciembre
Buenos días Cristo Reina nos preparamos para la oración.
RELAJACIÓN
En el nombre del padre, del hijo y del espíritu
santo. Amén.
María y José habían llegado por fin a Belén. El viaje
había sido largo y estaban muy cansados; incluso el pequeño burrito trotaba al
lado de ellos preguntando:”¿Porqué no paramos en alguna parte?” María y José
habían golpeado todas las puertas o casi todas. Quedaba un albergue donde
todavía no había probado suerte. Era una casita a las afueras del pueblo, con
un patio y un viejo establo deteriorado. José se sentía sin ánimo, pero igual
golpeó la puerta. Abrió el posadero. María y José vieron que su casa estaba
llena. Apenas se atrevían a pedir lo que buscaban. Tito, el posadero, tuvo
compasión de ellos pues se veía que estaban extenuados.
¿Dónde podría alojarlos ?Tito se rascó la cabeza y
murmuró:”¿Cómo hacer? Hay que conseguir un techo para ellos y su burro. Están
muy cansados y tienen necesidad de dormir, yo estoy aquí para acoger a las
personas que vienen de lejos. Pero mi albergue está lleno, incluso están
durmiendo en los bancos”. Su mirada recorría la oscuridad del patio. De pronto
sus ojos se iluminaron: “En frente la lámpara está prendida y después de todo
es posible que esté esperándolos a ustedes. ¡Síganme! tendrán una casita sólo
para ustedes, o casi. Hay que decir que no es muy grande y cómoda, pero tendrán
un techo sobre sus cabezas y paja para acostarse”.
¿A dónde los condujo Tito? Lo han adivinado; al
establo del buey Remo; en este viejo establo donde los ratones de Navidad
habían puesto orden y donde la pequeña estrella se había acurrucado en el farol
y expendía su dulce luz.
Así María, José y su compañero de ruta, el burrito, se
instalaron en el establo. Remo, el buey, aceptó su compañía de buena gana.
Habían llegado a su meta, y…. ¿qué podía ocurrir ahora?
¡Podía llegar la Navidad!
En palabras del padre Gras: “Ven Señor, haznos
sentir la dulzura de amarte, la nobleza de servirte, la gloria de adorarte”
Cristo Vence, Cristo Reina, Cristo
Impera. Cristo luz infinita, alumbra nuestra inteligencia. AMEN.
Que paséis un precioso día.