ORACIÓN MARTES 14

Buenos días, Cristo Reina. Nos preparamos para la oración…


Comenzamos en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, amén.


Nos acomodamos en nuestro asiento, cerramos los ojos, y respiramos profundamente sintiendo como el aire llena nuestros pulmones. Nos concentramos en respirar profunda y tranquilamente unos segundos más.  ¿Lo oyes? Sí, suena a Navidad.


La Navidad es una fiesta en todo el mundo porque recordamos que Jesús vino al mundo para darnos una vida nueva, la esperanza de un mundo mejor, lleno de amor y paz.

Sin embargo, hoy en día muchos ven la Navidad como sinónimo de regalos, árbol con luces, cena navideña…. Pero sabemos ¿cuál es el verdadero significado de la Navidad?


Movemos nuestras manos, las llevamos hasta nuestro corazón e intentamos sentir su latido. Hoy Jesús, tiene un mensaje para ti. Escúchalo con atención.


Érase una vez, hace mucho tiempo, una isla en la que había un pueblecito. En ese pueblecito vivía una familia muy pobre. Ya se aproximaba la Navidad, y todo el mundo se preparaba con luces, adornos, y compras abundantes. Esta familia no podía permitirse nada de esto, entonces, el padre de la familia empezó a preguntarse cómo podría ganar algo más de dinero para pasar la noche de Navidad compartiendo al menos, una comida caliente con su familia.

Entonces, se le ocurrió la idea de vender árboles de Navidad, ya que veía que todo el mundo tenía mucho interés en conseguir uno. Por ello, a la mañana siguiente se levantó muy temprano y se fue a la montaña a cortar algunos pinos. Los cargó en su furgoneta, los preparó y se los llevó a la plaza del pueblo, para venderlos en el mercado. Pero, desafortunadamente, cuando solo quedaban dos días para Navidad, todavía nadie le había comprado ninguno de los pinos. Fue entonces cuando tuvo otra idea, pensó que, puesto que nadie le iba a comprar los árboles, se los regalaría a aquellas personas más pobres aún que su familia. Los cargó de nuevo en su furgoneta y los repartió a todas estas personas. Las cuales se mostraron muy agradecidas ante el regalo.

La noche de Navidad, cuando regresó a su casa, después de trabajar, el hombre recibió una gran sorpresa. Encima de la mesa había un pavo y al lado un arbolito pequeño. Su esposa le explicó que alguien muy bondadoso había dejado eso en su puerta, pero que no sabía quién. Cuando el hombre se acercó al arbolito, vio una nota que decía: “Gracias por dar lo que no tienes. Tu solidaridad nos ha contagiado. Esperamos que disfrutes de esta cena caliente al lado de tu familia y que nunca olvidéis que la más grande de las pobrezas solo la sufre aquel que no tiene el amor del Rey que esta noche vuelve a nacer para llenar al mundo de Esperanza. Feliz Navidad.”


No olvidéis nunca la importancia de vivir la Navidad en unión familiar, vivir esta fecha con mucha alegría y siempre acordaos de quienes no tienen a nadie con quien pasarla. Estad atentos en estos días previos al nacimiento de Jesús, para poder compartir con los que no tienen y llevar amor y esperanza a quienes no tienen consuelo. Como bien sabéis, el reino de Dios es "aquí y ahora", no hace falta esperar a nada... 


Que el Niño Dios nazca en nuestros corazones y que la alegría de la Navidad la llevemos todo el año y para siempre.


Con este deseo, rezamos todos juntos un Padre Nuestro.


Cristo vence, Cristo Reina, Cristo Impera, Cristo luz infinita, alumbra nuestra inteligencia, amén. 


¡Qué paséis un buen día!


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