Oración de la mañana, 23 de noviembre de 2021

 Buenos días, Cristo Reina.

Comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

A veces, tenemos la costumbre de hacer otras cosas mientras rezamos: ponernos el babi, jugar con las manos, mirar a los compañeros o, simplemente, estar distraídos. Para rezar bien se necesita un recogimiento especial: debe notarse en nuestra postura, en la atención que ponemos en lo que escuchamos, en la participación cuando después comentamos lo escuchado con nuestras seños... Por esto, cerramos los ojos, nos sentamos bien en nuestra silla, apoyamos las manos en nuestras piernas, respiramos hondo una vez, otra, una vez más... y tratamos de relajarnos.


Estaba Jesús una vez orando en cierto lugar. Cuando terminó, uno de sus discípulos le rogó: "Señor, enséñanos a orar, lo mismo que Juan enseñaba a sus discípulos." Jesús les contestó: "Cuando oréis, decid la oración del padrenuestro." y se la enseñó. 

De esta manera fue como Jesús nos regaló esta maravillosa oración, siendo la que todos los cristianos, grandes y pequeños, aprendemosla más antigua y la que rezamos al despertar y antes de ir a la cama, en casa, en el colegio, al celebrar la Eucaristía...

El padrenuestro es la oración más poderosa de agradecimiento hacia nuestro Creador y, a su vez, de arrepentimiento por haber fallado. Al rezar el padrenuestro nos dirigimos a nuestro Padre Dios; lo alabamos y le presentamos nuestras necesidades materiales (cuando le pedimos nuestro pan de cada día) y espirituales (cuando le pedimos el perdón de las ofensas). Con el padrenuestro, logramos tener íntima comunicación con nuestro Padre. Debemos sentir cada una de las palabras de esta grandiosa oración, no solo repetirla sin sentir realmente lo que se está diciendo. 

Nuestra oración debe salir de lo más profundo de nuestro corazón. Al orar debemos reconocer el poder, y la grandeza de Dios y así la necesidad que tenemos de Él y de que forme parte de nuestras vidas.

Toda nuestra vida es motivo de oración: las cosas buenas para darle gracias a Dios y decirle que estamos contentos, lo que nos sale mal para que nos ayude, las injusticias del mundo para que nos comprometa a mejorarlo. Cuando rezamos podemos pedir perdón, dar gracias, alabar...

Cuando oramos, Dios mira el corazón de cada uno de nosotros, entrando dentro de él y engrandeciéndolo.


Por todo esto, recemos todos juntos, con calma, sintiendo cada palabra que decimos: 


Padre nuestro, que estás en el cielo,

santificado sea Tu nombre;

venga a nosotros Tu Reino;

hágase tu voluntad, en la tierra como en el cielo.

Danos hoy nuestro pan de cada día;

perdona nuestras ofensas,

como también nosotros perdonamos a los que nos ofenden;

no nos dejes caer en la tentación,

y líbranos del mal.


Terminamos con palabras del padre Gras:

Danos ánimo, glorioso Vencedor, para emplear todas nuestras fuerzas en amarte y hacerte amar, bendecirte y hacerte bendecir, adorarte y hacerte adorar.


Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera. Cristo, luz infinita, alumbre nuestra inteligencia. Amén.

Entradas populares de este blog

Oración Jueves 23 de Enero 2025

Martes, 19 noviembre

Oración de la mañana, Lunes 25-01-2021