Oración, Martes 28 de septiembre

Martes 28 de septiembre.

Buenos días, Cristo reina.

Comenzamos la mañana en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Si fuéramos anotando en una hoja todas las cosas que vamos aprendiendo cada día, llenaríamos cuadernos enteros de pequeñas grandes sabidurías.

¡¡Así que mochila a la espalda, saquemos punta a los lápices y despejémonos la frente!!...ES LA HORA!

De prender que uno más uno muchas veces suman tres (o cinco). Que sumar esfuerzos multiplica los cambios. Y que si lo dividimos por cuatro será difícil volver a componerlo.

Que el trozo del bocata que el amigo te ofrece sabe a gloria. Y estar siempre dispuesto a ofrecer del tuyo (entero, si hace falta) aunque nadie te lo pida.

Que es una maravilla que alguien te lea un cuento; dibujando e imaginando cada escena, creando historias que pueden ser posibles.

Aventurarse a la palabra, al don de comunicar, al arte de escuchar. Hablar sin necesidad de gritar.

Y descubrir que una sonrisa amplia y sincera es el idioma más sencillo, más fácil de aprender y mundialmente compartido. Y seguramente, el más poderoso de todos.

Aprender a dar razón. Dialogar con el corazón. Aprender a pedir. Gozar compartiendo.

Jugar, divertirse, soñar. Ser un niño que mira, observa e ilumina su mirada cada día.

Cantar. Convertir en canción las situaciones más bonitas, y también las más dolorosas de la vida. Y alimentar el alma con cada una de ellas.

Pintar sonrisas…y alegrías… y flores…y miradas sinceras…y manos abiertas.

Llorar sin que te dé vergüenza.

Leer lo que está escrito y lo que se esconde detrás. Lo que quiso decir aquel que lo cuenta. Lo que pudo decir aquel que calló (o lo callaron). Hacerse una opinión. Saber defenderla.

Apuntarse como principales asignaturas a la de la Alegría, la Esperanza, el Bien … 

Aprender a equivocarse y descubrir que terminaremos sabiendo mucho más…y mejor. Esforzarse para sacar “buena nota”

Experimentar cada abrazo como encuentro, saborearlo y bailarlo lento. Dedicándole tiempo a la amistad y al amor. Y sacarse matrícula de honor repartiendo muchos besos siempre que nos salga del corazón.

Y todo esto teniendo siempre a nuestro lado a Jesús, Él nos acompaña, dejémosle el lugar principal en nuestro corazón. Es la hora de descubrir, de buscar, de cuidar de todo y de todos…¡DE HACER EL BIEN!

Queridas seños y queridos profes, tengamos siempre presente lo que nos transmitió el p. Gras: EL AMOR ENSEÑA A ENSEÑAR.

Y ahora todos juntos rezamos la oración que Jesús nos enseñó…



CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA ALUMBRE NUESTRA INTELIGENCIA. AMEN.

¡Qué tengáis un buen día!


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