Oración de la mañana, 13-04-2021
Buenos días, Cristo Reina.
Comenzamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
"Aquellos días fue Jesús a la montaña a orar y pasó la noche orando a Dios. Su fama se extendió mucho y mucha gente acudía para oírlo y para que les curase las enfermedades. Pero Él se retiraba a los lugares solitarios para orar." Palabra de Dios.
A veces, al ir avanzando el curso, sentimos que nos van pesando los días, madrugar, el trabajo en el cole, los deberes, el estudio, el cansancio... y, en muchas ocasiones, el vacío interior.
Por ello, os invito a cerrar los ojos y hacer lo mismo que Jesús: retiraros a un lugar solitario, al menos en vuestra imaginación, para hablar con Dios.
Es el momento de entrar en ti mismo y dar sentido a lo ya vivido. Vamos a hacerlo durante unos minutos nada más, unos minutos vividos desde el corazón; desde el silencio y el sosiego, cualquier oración hecha Dios se convertirá en hermosa luz capaz de iluminar tanto despiste que experimentamos durante el día. Es el momento de abandonarte confiadamente en las manos del Padre y sentir que todo nuestro ser descansa en Él.
Habla con Dios, piensa en el tiempo de curso que llevas vivido: piensa en qué cosas has podido disfrutar que antes de que empezara el cole no esperabas haber podido vivir debido a este tiempo de pandemia. Dale gracias.
Ahora, piensa en tu día día, en tu hogar, en el colegio, en aquellas personas que te rodean, en lo que hacen por ti cada día, en cómo te ayudan a tener todo lo que necesitas en tu corazón para ser feliz. Dale gracias.
Confiésale tus pecados, aquellas cosas que a veces se te escapan hacer aún sabiendo que no están bien: esa mentira que has dicho, ese mal gesto o mala palabra que has dirigido a algún familiar o algún compañero, aquella vez en la que has sido desobediente...; arrepiéntete, desea no volver a hacerlo, pídele perdón y Él te perdonará llenando de nuevo tu corazón de paz.
Pídele por tus necesidades: que te ayude a superar tus miedos, a concentrarte más en las tareas, a esforzarte un poquito más... Y también por las de otros: ese compañero que a veces se encuentra un poco solo, aquellas personas que no tienen un hogar..., Él siempre te escuchará.
Y, ahora, reconoce Su grandeza por haberte regalado tanto rezando el Padre Nuestro.
En palabras del padre Gras:
Tú eres la luz del mundo,
la dulzura de los corazones.
Tú eres el Bien.
Corazón de mi Rey,
oye la oración de nuestra esperanza.
Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera. Cristo, luz infinita, alumbre nuestra inteligencia.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
