Oración de la mañana (Jueves 1 de octubre)
Buenos días, Cristo Reina
Comenzamos la oración de la mañana
En el nombre del Padre, el Hijo y del Espíritu Santo…
Un mes de estreno para seguir formándonos y creciendo como personas. Vamos a empezar de una manera amable hablando de la amistad.
Un amigo es una persona que te acompaña. Ya no estás tan solo. Los amigos se preocupan por lo que cada uno necesita. El que exige todo de la amistad, cae en los celos y el aislamiento. Un amigo auténtico te ayuda a realizar lo que significa tu propia vida. Los amigos de verdad no se abandonan, ni en días buenos, ni en días malos. Siguen de cerca el uno del otro, en días de alegría y en días de sufrimiento, en ocasiones de fuerza y en ocasiones de debilidad.
Puedes soportar y aguantar todo si tienes un amigo a tu lado. A pesar de que sólo pueda decirte una palabra o coger tu mano. Un amigo en tu vida es el consuelo más fuerte en cualquier apuro. Un amigo es verdadera bondad humana a través de la cual sientes una señal de la divina bondad. No te dejes desanimar. Llega a ser una buena persona, donde estés. Entonces, el trozo de mundo donde vives llegará a ser un trozo mejor.
Durante unos minutos de silencio, invitamos a que cerréis los ojos y penséis en esos verdaderos amigos que han marcado y marcan vuestra vida; si queréis, podéis decir de manera libre y natural, su nombre en voz alta.
En palabras del Padre Gras:
Señor, concédeme la gracia
de nunca separar mi voluntad de la tuya
y de trabajar, hasta el fin de mi vida,
en fortalecer mi fidelidad a tu Soberanía.
CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA ALUMBRA NUESTRA INTELIGENCIA, AMÉN.
¡Que tengáis un buen día!