Lunes 23 de junio 2025
¡Buenos días, Cristo Reina!
Nos sentamos con una postura
cómoda, cerramos los ojos, respiramos lentamente, y desde lo profundo del
corazón, empezamos la oración en el nombre del Padre, del Hijo del Espíritu
Santo, Amén.
Ayer celebramos el día del Corpus Christi, una jornada muy especial en la que recordamos la presencia viva de Jesús en la Eucaristía. Fue un día para reconocer que Él se nos da como alimento, que camina con nosotros y que siempre está presente, aunque no lo veamos. Hoy, último día de este curso, queremos seguir agradeciendo todo lo vivido y ofrecerle al Señor cada momento compartido.
Evangelio según San Lucas 9,
11-17
En aquel tiempo, Jesús habló del
Reino de Dios a la multitud y curó a los enfermos.
Cuando caía la tarde, los doce apóstoles se acercaron a decirle: “Despide a la
gente para que vayan a los pueblos y caseríos a buscar alojamiento y comida,
porque aquí estamos en un lugar solitario”. Él les contestó: “Denles ustedes de
comer”. Pero ellos le replicaron: “No tenemos más que cinco panes y dos
pescados; a no ser que vayamos nosotros mismos a comprar víveres para toda esta
gente”. Eran como cinco mil varones.
Entonces Jesús dijo a sus discípulos: “Hagan que se sienten en grupos como de
cincuenta”. Así lo hicieron, y todos se sentaron. Después Jesús tomó en sus
manos los cinco panes y los dos pescados, y levantando su mirada al cielo,
pronunció sobre ellos una oración de acción de gracias, los partió y los fue
dando a los discípulos para que ellos los distribuyeran entre la gente.
Comieron todos y se saciaron, y de lo que sobró se llenaron doce canastos.
PALABRA DE DIOS. R/ TE ALABAMOS SEÑOR.
Jesús hizo un gran milagro:
multiplicó cinco panes y dos peces y dio de comer a muchísima gente. Lo hizo
porque sentía compasión, porque le importaba que todos estuvieran bien.
Este milagro no solo fue algo increíble, sino que nos recuerda la Eucaristía,
que es cuando recibimos a Jesús en la Comunión.
Jesús ha estado con nosotros
durante todo este año: en nuestras clases, en nuestras oraciones de la mañana,
en nuestras celebraciones, en los momentos de alegría y también en los
difíciles. Él ha caminado con nosotros.
Ahora llegan las vacaciones. Un
tiempo para descansar, jugar, pasar tiempo con la familia y disfrutar. Pero
también es tiempo para seguir recordando a Jesús: no se va de vacaciones,
Él sigue con nosotros.
Cuando vayamos a Misa este
verano, pensemos en ese “pan” que alimentó a tantos y que nos da fuerza para
seguir siendo buenos, generosos, y felices.
Gracias, Señor:
- Por cada enseñanza recibida y cada momento de
alegría.
- Por los profesores que nos guiaron, por los
compañeros que nos acompañaron.
- Por los días de esfuerzo, los éxitos alcanzados y
los errores superados.
- Por la confianza en nuestra capacidad para
continuar creciendo.
Te pedimos, Señor
- Que el descanso del verano renueve nuestra mente,
el cuerpo y el corazón.
- Que podamos regresar con motivación, humildad y
deseo de servir.
- Que el amor y la entrega con los que hemos vivido
este curso sigan multiplicándose en los que nos rodean.
Ahora rezamos todos juntos un Padrenuestro:…….
En palabras del Padre Gras:
Señor, Dios nuestro,
Tú has creado todas las cosas.
Todas las criaturas
te debemos alabanza y adoración.
(…)
Creador, Redentor, y Rey nuestro
Cristo vence, cristo reina, cristo impera, cristo luz infinita,
alumbra nuestra inteligencia, Amén.
¡¡QUE TENGÁIS TODOS UN BUEN DÍA Y UNA FELICES VACACIONES!!