Martes 22 abril 2025
Martes, 22 de abril de 2025.
Buenos días, Cristo reina. Nos preparamos para la oración.
Coge aire, respira tranquilo… deja que tu cuerpo se relaje… cierra tus ojos si te ayuda… escucha la música y siente tu corazón… prepárate para escuchar el mensaje que Jesús tiene hoy para ti.
Del Evangelio según San Juan.
En aquel tiempo, estaba María junto al sepulcro fuera llorando. Cuando dos ángeles de blanco, sentados donde había estado el cuerpo de Jesús, le dicen: «Mujer, ¿por qué lloras?». Ella les respondió: «Porque se han llevado a mi Señor, y no sé dónde le han puesto». Dicho esto, se volvió y vio a Jesús. Palabra de Dios.
Jesús pasó a nuestro lado haciéndose el «último y servidor de todos», rebajándose incluso hasta la muerte… Así nos recuerda que en lo cotidiano de la vida podemos encontrar grandes personas que, como Él, nos hablan de perdón, amor, entrega y donación.
Hoy, de manera especial, dedicamos la oración a una de estas personas. El Papa Francisco. El Papa Francisco es una figura que ha inspirado a muchos por su sencillez, humildad y compromiso con los valores cristianos. Desde su liderazgo, ha promovido la misericordia, la justicia social y la atención a los más necesitados, reflejando el mensaje central del Evangelio de amor y compasión. Su enfoque en la humildad y en escuchar a los demás nos recuerda la importancia de vivir con autenticidad y de poner en práctica las enseñanzas de Jesús en nuestra vida diaria. En definitiva, su ejemplo nos invita a ser más solidarios, a buscar la paz y a mantener una fe activa y comprometida con los valores cristianos.
Como cristianos, la Fe es lo que nos mueve, lo que nos hace sentir que Él está vivo, que siempre nos guía y nos impulsa, que cada día, con su palabra nos enseña algo nuevo. No lo dudes, cree y siéntelo. Búscalo en las pequeñas y grandes cosas de tu día a día, en las buenas y en las malas, porque nunca te defraudará.
Con este deseo, de manera especial, escuchamos esta oración pidiendo de corazón por el alma del Papa Francisco:
Oración por el alma del Papa Francisco
Padre misericordioso,
con corazones humildes nos presentamos ante Ti,
confiando a Tu amor infinito el alma del Papa Francisco,
Tu fiel servidor y pastor de Tu Iglesia.
Tú lo llamaste a guiar a Tu pueblo con ternura,
a proclamar el Evangelio con valentía,
y a ser un signo viviente de Tu misericordia en el mundo.
En su vida, buscó reflejar la luz de Cristo;
concédele ahora contemplar esa luz en toda su plenitud.
Perdona cualquier imperfección humana,
y recompensa sus esfuerzos con la corona de la vida eterna.
Recíbelo en Tu reino celestial,
donde ya no hay dolor ni tristeza,
sino sólo la paz y la alegría de Tu presencia.
Concede consuelo a los fieles que lloran su partida,
y suscita nuevos pastores para continuar la obra que él abrazó con tanto amor.
Que su espíritu de compasión, humildad y esperanza
siga inspirando a Tu Iglesia en la tierra.
Te lo pedimos por Cristo nuestro Señor.
Amén.
Cristo vence, cristo reina, cristo impera, cristo luz infinita, alumbra nuestra inteligencia, amén.
