Oración Jueves 11 de abril de 2024
Buenos días, Cristo Reina, nos preparamos para la oración….
Buenos días, Cristo Reina, comenzamos la oración de la mañana…
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo, Amén.
María, en este mes quiero tenerte presente todos los días, que antes de actuar piense cómo lo harías tú; que acuda a ti en mis problemas, buscando tu intercesión y en mis alegrías para agradecerte.
Haz que recuerde de manera especial varias palabras que tú dijiste:
“Haced lo que él os diga” dame luz para saber lo que Dios me dice y amor grande para afrontarlofirmemente. “He aquí la esclava del señor” que yo no tenga otra respuesta ante lo que Jesús me insinué.
María ante el anuncio del ángel no ocultó su asombro, el asombro de ver que Dios, para hacerse hombre, la había elegido, a ella, una persona humilde, sin grandes riquezas materiales.
Pero es que Dios siempre llega para romper nuestros esquemas, y nos dice: Confía en mí y no tengas miedo, sal de ti y sígueme.
¿Y tú, dejas realmente entrar a Dios en tu vida y sorprendente como María? ¿Respondes tú también con un Sí a Jesús?
Señor, seguirte no siempre es un camino fácil, concédenos la gracia, de como María responderte siempre con un SÍ.
Madre nuestra danos fuerza para vivir según los deseos de tu hijo e intercede por nosotros.
Ampáranos, Señora.
Ampara a nuestras familias, a nuestros pueblos, a nuestro mundo actual.
Reina de la paz, aleja guerras y discordias.
Une los corazones divididos con alegría de sentirse, junto a ti, hijos tuyos.
Danos ojos de misericordia y corazones abiertos.
Concédele salud a los enfermos, paciencia en el dolor a los que sufren, consuelo a los tristes, ilusión a quienes la han perdido.
Haz que vivamos alabándote y que vayamos, con tu nombre en los labios,
a contemplarte en la Gloria junto a tu hijo Jesucristo.
Y como José Gras te pedimos: Dulce consoladora de mi alma,
Acompáñame en todos los momentos duros
y difíciles de mi vida.
Dame una confianza sin límites
en tu Corazón de Reina y Madre.
Rezamos todos juntos:
Dios te salve, María,
llena eres de gracia;
el Señor es contigo.
Bendita Tú eres
entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén
CRISTO VENCE, CRISTO REINA, CRISTO IMPERA, CRISTO LUZ INFINITA, ALUMBRA NUESTRA INTELIGENCIA, AMÉN.
¡Qué paséis un buen día!
