Oración jueves 31 de marzo

Buenos días, ¡Cristo reina!

Comenzamos la oración de la mañana en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.


Comenzamos nuestro ratito con Jesús haciendo como hacemos siempre que queremos hablar con Él: cerramos nuestros ojos... nos vamos quedando quietos... y le saludamos: “buenos días, Jesús, quiero hablar contigo, quiero escucharte…


Jesucristo vino al mundo para “servir” a la humanidad. Lo dijo en numerosas ocasiones. Y lo hizo durante toda su vida en la tierra.


Es precisamente sirviendo, “siendo siervo”, como Jesucristo quiso mostrar a la humanidad lo grande que es el amor de Dios.


Servir consiste en buscar siempre la felicidad del otro. Consiste en compartirlo todo. Servir es tan importante que nos lleva a perderlo todo, ¡incluso la vida!


Servir es el único medio de hacer felices a los demás, de cambiar el mundo y de devolverle la capacidad de amar. Es el único medio de hacer comprender a la humanidad hasta qué punto Dios sirve, ofrece, reparte, distribuye su amor a todos.


Es una tarea difícil. Algunos dicen que es imposible. Jesús nos demuestra que no lo es tanto, Él lo consiguió y nos invita a que nosotros también lo intentemos. Pero... ¿cómo? Jesús nos da las pistas: mirando más allá de las apariencias; sirviendo y ofreciendo nuestra paciencia, nuestra alegría, nuestro perdón; caminando hasta el final, sin cansarnos y tirar la toalla a mitad de camino. Con Jesucristo los cristianos logran que la vida triunfe sobre el mal y la muerte.


La Cuaresma es el tiempo en que nosotros, los cristianos, siguiendo al Señor Jesús, aprendemos a servir, a ofrecer lo mejor que tenemos para que el otro sea feliz. Estamos en Cuaresma, un tiempo para aprender a servir.


Aprender a servir, explicando a un compañero el problema que no entiende. Aprender a servir, no criticando a los demás, sino ayudándoles a mejorar. Aprender a servir, cumpliendo con nuestras obligaciones. Aprender a servir, perdonando de corazón a aquellos que nos molestan. Aprender a servir, pensando siempre en la felicidad de los que están a mi alrededor.


Y con este deseo de servir y con La Paz de nuestro corazón, rezamos el Padre Nuestro…


Cristo Vence, Cristo Reina, Cristo Impera, Cristo Luz Infinita, alumbra nuestra inteligencia, amén.

Entradas populares de este blog

Oración de la mañana, Lunes 25-01-2021

Oración martes, 17 de octubre de 2023

Oración de la mañana. Lunes 14 noviembre 2022.