Oración jueves 27 de enero
Buenos días Cristo Reina,
Comenzamos la oración de la mañana en el nombre del Padre, del hijo y del espíritu Santo, amén.
Técnica de relajación…
Ahora, tal cual nos encontramos relajados, vamos a escuchar con atención la siguiente historia.
Poco después de que empezara a existir la humanidad se reunieron varios duendes para estudiar el modo de quitar la alegría a los moradores de la tierra.
Uno de ellos dijo: «Debemos quitarles algo, pero, ¿qué les quitamos?». Después de mucho pensar, otro dijo: « ¡Ya sé! Vamos a quitarles la felicidad. El problema va a ser dónde esconderla para que no puedan encontrarla».
Propuso el primero: «Vamos a esconderla en la cima del monte más alto del mundo». A lo que inmediatamente repuso otro: «No, recuerda que tienen fuerza; alguna vez alguien puede subir y encontrarla, y si la encuentra uno, ya todos sabrán donde está».
Luego propuso otro: «Entonces vamos a esconderla en el fondo del mar». Y otro contestó: «No, recuerda que tienen curiosidad, alguna vez alguien construirá algún aparato para poder bajar y entonces la encontrará».
Uno más dijo: «Escondámosla en un planeta lejano». Y le dijeron: «No, recuerda que tienen inteligencia, y un día alguien va a construir una nave en la que puedan viajar a otros planetas, y la van a descubrir, y entonces todos tendrán felicidad».
El último de ellos era un duende que había permanecido en silencio y escuchando atentamente las propuestas de los demás duendes. Analizó cada una de ellas, y entonces dijo: «Creo saber dónde ponerla para que realmente nunca la encuentren». Todos le miraron asombrados y preguntaron al unísono: « ¿Dónde?».
El duende respondió: «La esconderemos dentro de ellos mismos, así estarán tan ocupados buscándola fuera, que nunca la encontrarán».
Todos los duendes estuvieron de acuerdo, y desde entonces ha sido así: el hombre se pasa la vida buscando la felicidad sin saber que la trae consigo.
María, ayúdame a ser feliz. Y que sean felices también mi familia y mis amigos:
“Dios te salve, María,
llena eres de gracia,
el Señor es contigo.
Bendita tú eres entre todas las mujeres,
y bendito es el fruto de tu vientre, Jesús.
Santa María, Madre de Dios,
ruega por nosotros, pecadores,
ahora y en la hora de nuestra muerte. Amén.”
Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo luz infinita alumbre nuestra inteligencia. Amén.
Que tengas un buen día … Hoy, ¡Voy a ser feliz!