Oración jueves 30 de septiembre
ORACIÓN DE LA MAÑANA
Buenos días, Cristo reina, nos preparamos para comenzar la oración. Hacemos silencio y nos
ponemos en la presencia del Señor diciendo todos:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.
"Nada es verdad ni mentira, todo depende del color del cristal con que se mira".
Una misma realidad para unos puede ser un drama y para otros una gran alegría.
¿Por qué sucede esto?
Porque cada uno miramos la vida de una forma diferente.
Unos se ponen las gafas de la esperanza y el consuelo mientras otros tiñen sus cristales de
negro dificultando la visión del colorido que existe a su alrededor.
Unos miran con odio a los demás mientras otros armonizan sus colores con mirada compasiva
y misericordiosa.
Unos ven en 3 dimensiones problemas que no son de alto alcance mientras otros intentan
tamizar los dolores de la vida marcando una estela de luz a su paso.
¿Qué gafas te pones tú a diario? ¿las que oscurecen la realidad mostrándote misterio y miedo
en cada uno de tus pasos?... ¿o las que transparentan la luz del día en los rostros que a diario
encuentras?
¿Sabes qué? Las "gafas" de Jesús, eran claramente "gafas de amor" que miraban tras el cristal
limpio y transparente del perdón y la amistad.
¡Esas son las gafas que yo quiero llevar porque, con seguridad, me ayudarán a ver más allá de
lo que veo y a vivir más allá de lo que espero!
El dolor se convertirá en posibilidad de crecimiento y aceptación... y la alegría será
oportunidad de ser cada día un poco mejor.
Oración final:
No te dejes llevar por la inapetencia de los demás.
No camines por donde te dicen los otros.
No formes partes del rebaño al que parecen empujarte.
Camina siendo tú mismo.
Lucha por tus ideales.
Dí en voz alta aquello en lo que crees.
Vive desde tu propia originalidad.
Da color a la vida con la riqueza que tienes dentro.
Si te señalan, si te observan, si hablan de ti, si algún día te sientes solo... no hagas caso.
La vida está llena de personas como tú que desean encontrar modelos que pongan del revés su
corazón para llegar a la gente de hoy.
Dale la vuelta a tu vida, aprende a perdonar, sonríe, salta, baila, lucha, sé creativo y sobre
todo…AMA
Despierta el corazón, busca y ama el bien, cuidando de todo y de todos. Aquí y ahora.
Me despido con estas palabras del padre Gras:
“Hemos de aclamar y hacer aclamar a Cristo Rey, con todas las energías de nuestra alma, con
todos los latidos de nuestro corazón y con todas las respiraciones de nuestra vida”.
Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo luz infinita, ilumine nuestra inteligencia. Amén.