Oración de la mañana LUNES 31 de Mayo
Con más corazón...
Buenos días, Cristo Reina.
Comenzamos la semana, en el nombre del Padre, del Hijo, del Espíritu Santo, amén.
Nos fijamos en los ingredientes con que María endulza su oración de la mañana:
Contemplación
Que equivale a estar siempre a la escucha de Dios, ser testigo de cada acontecimiento, llevarlo al fondo del alma y descifrar allí lo que Dios nos quiere decir.
Disponibilidad
Porque quien ora no necesita agenda para sus días ni mapas para sus
caminos. Orar es dejar que Dios haga cosas grandes dentro de nuestra pequeñez.
Alabanza
Rezar con María es repetir a cada paso su “Magníficat”. Aprender el oficio de cantor de las maravillas de Dios.
Servicio
Apenas el ángel de la Anunciación deja a María, corre ésta a la montaña en ayuda de su prima. Por eso, orar con María, es convertir la oración en servicio eficaz.
Fidelidad
María es Maestra de un estilo de orar centrado en la fidelidad de Dios. Y nosotros qué cerca estamos siempre del desaliento.
Palabra de Dios (Hch 1, 14) (1 Tes 5, 15‐17)
“Todos ellos hacían constantemente oración en común con las mujeres, con María, la madre de Jesús, y con sus hermanos. Hermanos, procurad que nadie devuelva a otro mal por mal; tened siempre por meta el bien, tanto entre vosotros como para los demás. Estad siempre alegres. Orad sin cesar. Dad gracias a Dios en todo porque esto es lo que Dios quiere de todos vosotros".
Rezamos juntos a nuestra madre del cielo:
Cristo vence, Cristo reina, Cristo impera, Cristo Luz infinita, alumbre nuestra inteligencia, amén.
Que tengáis un buen día.