Oración de la mañana 11 Diciembre viernes
Buenos días Cristo Reina nos preparamos para la
oración.
Canción “adviento”
En el nombre del padre, del hijo y del espíritu
santo. Amen.
Había en Belén un establo muy viejo y destartalado.
Ahí vivía el buen Remus. El heno y la paja estaban esparcidos por el
suelo. En un rincón había un pesebre: el comedero de Remus.
Es en este establo donde debía nacer el niño Jesús.
Antes del gran día, el ángel Gabriel vino a ver el establo del lugar. ¡Que desorden!
exclamó asustado y molesto:” ¡En este lugar miserable el hijo de Dios no puede
venir al mundo! Remus, córrete: es necesario que este lugar esté limpio y
arreglado”. El buey contemplaba al ángel con sus ojos redondos y grandes y
continuaba comiendo tranquilamente. El establo había estado siempre como
estaba; ¿por qué ahora había que cambiar todo?
El ángel Gabriel se hubiera puesto manos a la obra el
mismo. Pero las manos de los ángeles están tejidas de luz y no pueden agarrar
nada. ¿A quien pedir ayuda? Hubo de repente un ligero silbido. El
ángel miró alrededor de él: en un rincón del establo, percibió un ratoncito que
salía de su agujero. Había visto al ángel y llamaba a sus hijitos:
“¡Rápido vengan a ver la aparición celestial!”,
Gabriel se dirigió entonces a los ratoncitos y les pidió:”¿Quieren
ayudarme?¡Miren el desorden de este establo !Es necesario que en Navidad todo esté
en orden para el nacimiento del Niño Jesús.
Los ratones no se hicieron rogar. Salieron rápido de
su agujero. Cada uno tomó una pajita, la llevaba y volvía enseguida para buscar
otra. En poco tiempo, el viejo establo estuvo limpio. El buey tuvo que confesar
que jamás se había sentido tan a gusto. El ángel Gabriel alabó a los ratones y
les dijo:” Puesto que han trabajado tan bien, se llamará de ahora en adelante:
los Ratones de Navidad. Cuando el niño Jesús venga al mundo, ustedes serán los
primeros que podrán contemplarlo”.
En cuanto a los ratones, felices, esperaron Navidad
con impaciencia.
Al igual que los ratoncillos, vamos a preparar la
llegada del niño Jesús, debemos limpiar todo lo que nos oscurezca o ensucie
nuestro corazón. Debemos saber escuchar y ayudar a los demás en lo que nos sea
posible.
Padre nuestro,
que estás en el cielo,
santificado sea tu Nombre;
venga a nosotros tu reino;
hágase tu voluntad
en la tierra como en el cielo.
Danos hoy nuestro pan de cada día;
perdona nuestras ofensas,
como también nosotros perdonamos
a los que nos ofenden;
no nos dejes caer en la tentación,
y líbranos del mal. Amén
En palabras del padre Gras: “Cristo Reina expresa
una verdad inmensa y eterna, porque Cristo es REY más allá de la creación y de
los siglos”
Cristo Vence, Cristo Reina, Cristo Impera. Cristo luz infinita, alumbra nuestra inteligencia. AMEN.
Que paséis un buen fin de semana.