Oración de la mañana 16/10/2020
Buenos días, Cristo Reina, nos preparamos para iniciar la
oración de la mañana.
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
CANCIÓN: Jesús mi amigo..
Había una vez un niño listo y rico, que tenía prácticamente de
todo, así que sólo le llamaba la atención los objetos más raros y curiosos. Eso
fue lo que le pasó con un antiguo espejo, y convenció a sus padres para que se
lo compraran a un misterioso anciano.
Cuando llegó a casa y se vio reflejado en el espejo, sintió
que su cara se veía muy triste. Delante del espejo empezó a sonreír y a hacer
muecas, pero su reflejo seguía siendo triste.
Extrañado fue a comprar golosinas y volvió todo contento a
verse en el espejo, pero su reflejo seguía triste… Consiguió todo tipo de
juguetes y cachivaches, pero aun así no dejó de verse triste en el espejo… Así
que, decepcionado, lo abandonó en una esquina. “¡Vaya un espejo más birrioso!
¡es la primera vez que veo un espejo estropeado!”.
Esa misma tarde salió a la calle para jugar y comprar unos
juguetes, pero yendo hacia el parque, se encontró con un niño pequeño que
lloraba entristecido. Lloraba tanto y le vio tan solo, que fue a ayudarle para
ver qué le pasaba. El pequeño le contó que había perdido a sus papás, y juntos
se pusieron a buscarlos. Como el chico no paraba de llorar nuestro niño gastó
su dinero para comprarle unas golosinas para animarle hasta que finalmente,
tras mucho caminar, terminaron encontrando a los padres del pequeño, que
andaban preocupadísimos buscándole.
El niño se despidió del chiquillo y se encaminó al parque,
pero al ver lo tarde que se había hecho, dio media vuelta y volvió a su casa,
sin haber llegado a jugar, sin juguetes y sin dinero… Ya en casa, al llegar a
su habitación, le pareció ver un brillo procedente del rincón en que abandonó
el espejo. Y al mirarse, se descubrió a sí mismo radiante de alegría,
iluminando la habitación entera. Entonces comprendió el misterio de aquel
espejo, el único que reflejaba la verdadera alegría de su dueño. Y se dio
cuenta de que era verdad, y de que se sentía verdaderamente feliz de haber
ayudado a aquel niño.
Y desde entonces, cuando cada mañana se mira al espejo y no
ve ese brillo especial, ya sabe qué tiene que hacer para recuperarlo.
Peticiones
·
Para que abramos nuestras manos y nuestro
corazón a los demás y les comuniquemos la alegría de Jesús. Roguemos al Señor.
·
Por los niños que están en los hospitales para
que el cariño de su familia y la compañía de sus amigos les ayude. Roguemos al
Señor.
·
Por todas nuestras familias para que vivan
unidas, alegres y sean acogedoras y solidarias. Roguemos al Señor.
·
Para que estemos dispuestos a compartir y a
ayudar a los demás. Roguemos al Señor.
Oración del Padre Gras: Señor disipa las tinieblas de todos
los ojos que no ven tu luz… Y apaga las llamas que impiden la fraternidad de
los corazones.
Y ahora todos juntos rezamos la oración que Jesús nos
enseñó…
Cristo vence, Cristo
reina, Cristo impera, Cristo luz infinita alumbra nuestra inteligencia, Amén